Recuerdos del pasado que me hacen sonreir
Cuantas veces habremos descolgado el auricular de estos teléfonos ya casi olvidados y ahora considerados incómodos. Un teléfono del que yo personalmente me pasaba horas colgadas hablando con amigas (diez minutos antes de salir de casa para vernos, todo hay que decirlo ) centradas en la conversación porque no nos permitían movernos del sitio. No como ahora, que la movilidad que nos dan los teléfonos inhalámbricos y móviles, nos permiten hacer hacer cien mil cosas a la vez mientras hablamos y no nos centramos única y exclusivamente en escuchar a la persona que tenemos al otro lado. Recuerdo tumbarme en el sofá de la habitación, puerta cerrada y escuchar de vez en cuando desde el otro lado de la puerta _ Soraya, cuelga el teléfono!!!!! _.
En alguna casa que otra los había con candado por lo que deduzco que no era la única que amenizaba parte de su día en largas conversaciones telefónica. Y en otras, hasta había un contador como en los bares y una hucha al lado y parte de la paga había que meterla ahí en cada llamada.
Pero lo que más recuerdo era la sensación de girar la rueda con el dedo al marcar los números, y su sonido cuando esa rueda volvía al lugar de origen. Y por supuesto, el desconocimiento de quien estaría al otro lado cuando el ring ring se hacía eco en casa.
Y a ti, que recuerdos te trae???
Cuantas veces habremos descolgado el auricular de estos teléfonos ya casi olvidados y ahora considerados incómodos. Un teléfono del que yo personalmente me pasaba horas colgadas hablando con amigas (diez minutos antes de salir de casa para vernos, todo hay que decirlo ) centradas en la conversación porque no nos permitían movernos del sitio. No como ahora, que la movilidad que nos dan los teléfonos inhalámbricos y móviles, nos permiten hacer hacer cien mil cosas a la vez mientras hablamos y no nos centramos única y exclusivamente en escuchar a la persona que tenemos al otro lado. Recuerdo tumbarme en el sofá de la habitación, puerta cerrada y escuchar de vez en cuando desde el otro lado de la puerta _ Soraya, cuelga el teléfono!!!!! _.
En alguna casa que otra los había con candado por lo que deduzco que no era la única que amenizaba parte de su día en largas conversaciones telefónica. Y en otras, hasta había un contador como en los bares y una hucha al lado y parte de la paga había que meterla ahí en cada llamada.
Pero lo que más recuerdo era la sensación de girar la rueda con el dedo al marcar los números, y su sonido cuando esa rueda volvía al lugar de origen. Y por supuesto, el desconocimiento de quien estaría al otro lado cuando el ring ring se hacía eco en casa.
Y a ti, que recuerdos te trae???
¡¡¡¡¡¡ Feliz fin de semana !!!!!!
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